Las redes sociales son ventanas a ojos de todo el mundo. Idealmente se diseñaron para expandir mensajes de manera homogénea, para que noticias llagasen a todo el mundo, y gradualmente han ido derivando a medios de publicidad e indiscreción.
¿Qué es una cuenta privada?
En Twitter, las cuentas privadas son cuentas que solo tú o la gente que te sigue puede ver, nadie puede retuitear tu contenido y para seguirte tendrás que aceptarlos previamente. Es muy potente en cuestión de protección de tu conversación y datos ya que es prácticamente imposible acceder a los tuits a no ser que te sigan. Sin embargo, si conversas con alguien que no te sigue, esa cuenta jamás podrá ver tus respuestas, tampoco si es has retuiteado o marcado como favorito. Si tienes una cuenta con mensajes abiertos a todo el mundo, podrán seguir contactándote por privado, así como si eres una cuenta empresarial, también podrás privatizarla (aunque carece de sentido hacer algo así).
Por otro lado, en Instagram, jamás podrás ver el contenido de una cuenta privada a no ser que esa persona acepte tu solicitud de seguimiento (muy parecido a Twitter), sin embargo sí podrás enviarle mensajes privados si no restringes también su disponibilidad. Todo esto se puede hacer desde opciones. La gran diferencia entre Twitter e Instagram, es que si tienes una cuenta empresarial o business, en Instagram, no podrás privatizarte el perfil, tendrás que modificar esa configuración para que no te la detecte como que es un negocio, y por lo tanto siendo personal, podrás privatizarla.
¿Qué desventajas tiene una cuenta privatizada?
Depende siempre del uso que le des a la cuenta. La mayor desventaja que siempre tendrá es que las interacciones que tengas con gente no le llegarán realmente a esa gente. Tienes la ilusión de hablar con ellos pero si no te siguen jamás podrán leer lo que les has dicho.
En el caso de ser una cuenta que tiene cierto interés comercial o que totalmente se va a dedicar a venderse, la desventaja es muy obvia: tener una cuenta privada no va a dejar que te puedas vender. La gente no te verá, y por lo tanto no sentirá interés por ti, como resultado la adquisición de clientes potenciales será mínima. Siempre hay excepciones, claro, pero estas irán de la mano de una estrategia de marketing muy potente.
¿Qué pasa cuando bloqueo a alguien?
Cuando bloqueas a alguien esa cuenta bloqueada no tendrá acceso a tu contenido. En Instagram, no obstante, podrá seguir hablando contigo a no ser que proactivamente desactives esa opción. Sin embargo, si esa persona persona tiene más cuentas y dichas cuentas no están bloqueadas, podrá ver tu perfil e interactuar contigo. De hecho, si tu cuenta es abierta, puede ser vista por cualquier persona esté o no registrada en la plataforma de la red social. No estás capando la IP de alguien bloqueando su cuenta, solo estás impidiendo que esa cuenta concreta contacte contigo.
¿Cuál es la solución para que me dejen de incordiar por redes sociales?
Como he dicho antes, el uso que le quieras dar a tus redes sociales será crucial a la hora de tomar esta decisión. En mi caso, hace poco sufrí una situación de acoso y al principio pensé en privatizar todas mis cuentas (y así lo hice). Pero pronto me di cuenta de lo contrario que esta decisión era a mi uso de las redes sociales. Mi cuenta de Twitter, por ejemplo, la uso para poder hablar con periodistas, posibles clientes o poder hacer proyectos o acuerdos con gente de mi sector. Por lo general será gente desconocida que no me sigue y que puede o no seguirme más tarde, pero sin ninguna obligación. Si tengo una cuenta privada jamás sabrán que me he interesado por ellos/as.
Por otro lado, ser más consciente de la existencia de un acosador es mucho más seguro. Prefiero que gente que tiene una obsesión o que no está bien mentalmente contacte conmigo para saber que existe y así tomar precauciones y medidas pertinentes. El hecho de impedirle que se asome a una de tus ventanas no significa que desaparezca.
No hemos de dejar de ser nosotros mismos por las malas experiencias que podamos vivir. Si adecuamos nuestro comportamiento a lo que la asfixiante sociedad nos deja de nosotros mismos terminaremos siendo pequeñas motas de lo que realmente somos. Por supuesto, da miedo pensar que cualquier persona puede tener acceso a nuestra información, pero es por eso que hemos de ser cuidadosos: no dar nunca nuestras direcciones públicamente, tener cuidado con la geolocalización etc.
En el caso de que le tipo de acoso sea muy persistente, siempre existe la denuncia y para eso existe la policía: no tengamos miedo a hacer lo correcto. Si la presión que estáis recibiendo es de críticas de gente contraria a vuestra opinión o que no entiende lo que hacéis, antes de empezar un proyecto que pueda coger fama, tenéis que mentalizaros ante esta situación totalmente posible. Es duro ir al revés que el resto, pero no imposible.
Deja una respuesta