Leyendo Desgracia (J.M. Coetzee) me he encontrado con este párrafo que me ha hecho pensar muchas cosas.
El libro habla de la violación femenina, y sin embargo, y a pesar de las durezas de partes de este libro, el autor se mantiene prudentemente al margen de todo alrededor de la violada, tanto escenas externas como internas. Se lo agradezco. Muchísimo. La violación por desgracia es un recurso muy utilizado en las historias visuales o literarias como máximo exponente de la deshonra, como si las mujeres no pudiésemos sufrir mayor deshonra que esa. Se trata tanto desde un punto de vista masculino, que nunca se piensa en las mujeres que tenemos que ver o leer sin capacidad de huir cómo violan a una igual. No se da cuenta de que esas violaciones no son como las que sentimos, no se piensa en que en ese mismo momento nos están forzando igualmente a ver algo que no queremos. Una violación, explicada por una mujer, es muy distinta de lo que el imaginario masculino entiende. Así que agradezco mucho que haya cierta decencia en no ser explícito mostrando lo que una violación sería para ellos. Agradezco que no pongan rostro y cuerpo de mujer para expresar el máximo miedo masculino: el de que mancillen lo que es vuestro como objeto de posesión o protección.
Por otro lado, Coetzee autor, a través de su machista protagonista varón llegan a la conclusión de la imagen.
¿…no sería más felices viviendo en comunidades exclusivamente femeninas, en las que admitiesen solamente las visitas de los hombres que ellas mismas quisieran recibir? Esto me lleva a pensar en los eventos exclusivos para mujeres pedidos y organizados por mujeres a las que, en lugar de escuchar, las reescriben con prejuicios y las tachan de (femi)nazis. No es muy complejo ser empático. Tampoco llegar a dar con este párrafo en este libro, Desgracia está escrita por un premio Novel, que además también se convirtió en película más tarde. Sin embargo nadie ha intentado ejercitar ninguna de las dos opciones: ni la empatía ni la lectura. Tampoco hablemos de comprensión, el ego es mucho más importante, sobre todo si se trata de patalear por la honra de poder acceder a todos los foros, incluso aquellos que nosotras vemos como necesarios.
En el fondo sigue siendo una violación, pero esta no se ve como tal, porque en esta no hay violencia, no hay gritos, no hay sangre ni un trauma de por vida, o una ristra de todas aquellas cosas que decís que pasan en una violación femenina. En la superficie es una superioridad moral, tradicional y vocal sobre nosotras, una imposición, una penetración de la virilidad social (en boca de hombres y mujeres) introducida involuntariamente en la cuasi sumisa voluntad femenina.
Leed antes de hablar.
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